Thursday, May 04, 2006

Padre

Esta mañana, tuve la oportunidad de recordar como pensaba hace algunos años, debido a una plática que tuve con una chiquilla de 17 años, me dio mucha risa, cuando escuche palabras de su boca, que en algún momento yo dije; es curioso como los Padres ¡nos equivocamos tanto!; por ello, es mi deseo compartir estas líneas, las cuales escribí tiempo atrás; ojalá aprendamos a confiar un poco en nuestros hijos. Cuando crecen, hay que dejarles volar, ¡ellos aprenderán mucho más, si saben que estaremos ahí, aún cuando se hayan equivocado!, recordemos que nosotros construimos los cimientos, no hay porque dudar; finalmente, ¿quién no se ha equivocado en esta vida?.

Espero sea de tu agrado.

Padre,
contigo quiero hablar,
sé que solo trabajas para darme lo mejor,
también que por ello formaste
éste hogar, esta familia,
solo que hay veces, no entiendo,
quieres que hable, que
diga lo que siento,
y cuando lo hago...
me callas porque es profano,
quieres que crezca, que madure, que piense.
Pero tú piensas por mí, decides por mí,
quieres que anhele mi futuro,
y tú decides mi carrera, escuela, amistades,
porque consideras que es lo mejor para mi.
Padre,
Te agradezco todo...
pero deja que yo haga mis planes,
que elija mis amistades, carrera, escuela...
por favor, deja que yo también me equivoque
mira... quizá duela, pero deja que aprenda.
Tú amor Padre,
sé que curará toda herida
que el camino pueda aquejarme,
deja que suba sola la cuesta.
Tus consejos... ¡si los escucho!,
pero ¡por Dios!,
no quieras que te iguale,
tengo tú sangre, tú coraje,
pero distinta forma de aprender las cosas.
Te amo, te amo padre,
Pero deja...
deja que sea yoquién dirija mi historia,
ya sea que me equivoque
o salga triunfante.
Y no dudes, que tanto como me amas,
¡Yo también te amo Padre!.

1 comment:

Ana Silvia said...

Tienes toda la razòn, alguna vez yo dije: "no se si vaya a ser buena madre lo único que quiero hacer con mi hija es ser con ella como me hubiera gustado que fueran conmigo" dejarla ser, darle mi amor incondicional, dejarla equivocarse sin juzgarla; en fin agrégale un mil de etcéteras por favor.